Presentación
EDITORIAL
(Número 07, en Homenaje al doctor César A. Mansilla Novella)
"Dadme buenos jueces y haré la mejor de las justicias aún con las peores leyes”, es la frase –de Alfredo Colmo- que hemos elegido para abrir este número .
Y es que el eje del sistema de Justicia no es la ley, sino el Derecho. La ley es un instrumento engarzado dentro de un sistema jurídico conformado también por principios y valores, que orientan la sociedad hacia determinados fínes; así, la ley es al Derecho lo que el ladrillo es al edifício .
Por ello, el Juez, garante por antonomasia de los derechos sustanciales de las personas, debe conocer y comprender los referentes del ordenamiento en su conjunto, y tener clara la finalidad de las normas .
Ese Juez es un perpetuo estudiante, un eterno investigador –tanto académico como de los hechos de los casos que conoce y debe resolver-, alguien que jamás pierde la esperanza de comprender mejor las razones de las reglas, de entender más a la sociedad y su orientación. Ese Juez es una persona que exorciza continuamente la tentación de creer los halagos a los que por su posición se encuentra expuesto por su entorno, pues reconoce que son una infección, un virus, un cáncer .
Ese Juez es consciente de que no lo sabe todo sobre nada, y que debe permanecer con la mente abierta y el corazón vivo, pues no olvida que su función es resolver conflictos de personas, de seres humanos iguales que él.
En esta singular fecha, de celebración del Día de ese Juez, queremos homenajear a un Juez que se caracterizó precisamente por todo eso, y dejó una huella indeleble, una luz de esperanza para quienes creen en la Justicia, para los Jueces que luchan por conservar su independencia y sus valores, pero en especial para los Jueces que se encuentran acorralados por los tentáculos del poder mal usado y vil. Para estos últimos el ejemplo de vida de este buen Juez es una luz que debe iluminarlos y darles la fuerza que tanto necesitan .
Este Juez a quien aquí rendimos homenaje es el doctor César Augusto Mansilla Novella , ilustre ex magistrado de la Corte Superior de Justicia de Lima, destacado profesor universitario, notable jurista y sobre todo hombre de bien. Sea éste un modesto pero sentido tributo póstumo por su impecable desempeño en el Poder Judicial, por su digno ejemplo personal y por haber formado generaciones de profesionales en su cátedra de Derecho Procesal Civil.
Feliz día, querido maestro César Augusto, y feliz día a todos los buenos Jueces que enaltecen esta noble función .
Lima, 04 de agosto de 2012
Los editores